Lineamientos prácticos para crear un estado de derecho en México
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Hoy en día la sociedad Mexicana vive un crisis de seguridad alimentaria, económica, jurídica y social, esto sin olvidar una adecuada impartición de justicia, la vulnerabilidad continua de los derechos humanos se vive día a día y es tan común en nuestra sociedad, la corrupción en los tres niveles de gobierno es evidente, por todo ello debemos de preguntarnos; ¿vivimos en un estado fallido de derecho?, ¿podemos superar el pantano de violaciones a los derechos más elementales del ser humano?, ¿es posible fijar lineamientos para alcanzar el verdadero estado de derecho? y ¿México está preparado para vivir una transformación a un adecuado estado de derecho?
Entendamos por definición de aquel. La limitación que tiene una nación por el conjunto de normas jurídicas, fundamentado en la democracia y la división de poderes.
Entonces enunciamos como estado fallido a la ausencia, carencia pero sobre todo privación de un marco jurídico referencial que limita a un país al ejercer sus funciones. Desde un punto de vista sociológico es el portador de un riesgo de seguridad nacional e internacional en contra de sus demás iguales.
Entonces entendamos que no podemos extralimitarnos en la creencia de la falta del control gubernamental en México, que si bien es cierto existen fallas en el desempeño de las funciones del estado, no es menos cierto que estas son subsanables para un mayor entendimiento. Calveiro expresa “Al Estado de Derecho corresponde proporcionar certeza jurídica, modernizar la procuración e impartición de justicia (que se concentra en justicia penal, incidencia delictiva y sistema penitenciario), generar sistemas de información e inteligencia eficientes y recuperar la fortaleza del Estado mediante el combate frontal al crimen organizada […]”[1].
Diferentes autores en un consenso de ideologías han concluido que podemos tener como lineamiento prácticos para la construcción de un verdadero estado derecho; es principio de sujeción o imperio de la ley, el de imitación, legalidad, motivación, responsabilidad, seguridad jurídica y por último el de división de las funciones del estado.
Podemos concluir que México no es un estado fallido que lo podemos denominar un estado débil, en donde se caracteriza por la impunidad y la violencia en la geografía de este, siendo violados claramente los derechos humanos de la población, teniendo una clara deficiencia del gobernabilidad, concentrándose los errores en la notable corrupción en todos los niveles de administración, es por ello que si es posible fijar los lineamientos necesarios para avanzar en una transformación social y por supuesto que México se encuentra en una etapa de aceptación de este cambio.
“Allí donde el mando es codiciado y disputado no puede haber buen gobierno ni reinara la concordia”[2]
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[1] Calveiro Pilar, revista Tla Melau, editorial Facultad de Derechos y Ciencias Sociales BUAP, Políticas de seguridad en las democracias actuales, 167-181, México 2014
[2] Platón, Atenas 427-347 a. C.
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